domingo, 17 de noviembre de 2013


Agenciamientos contra-neoliberales: coaliciones micro-políticas desde el sida


Dirigido por Equipo re, plataforma de investigación a la cual pertenesco, entre el 16 y el 18 de octubre de 2013 se celebró el seminario/encuentro Agenciamientos contra-neoliberales: coaliciones micro-políticas desde el sida. Su objetivo ha sido ofrecer una mirada conjunta desde la crítica y la práctica postcolonial y queer a las coaliciones activistas del sida, partiendo de la premisa de que éstas pueden verse como un ejemplo temprano de resistencia neo-liberal. El seminario, que ha contado con la participación de teóricos, artistas y activistas de contextos diversos, se ha centrado en dos de los principales objetos críticos de los activismos del sida: la información como objeto de lucha y la precariedad como constitución política. Os ofrecemos a continuación los audios de las conferencias y presentaciones que se llevaron a cabo en este seminario.
Acá podeís encontrar los audios de todas las jornadas y debates y más detalles de este seminario:
http://ayp.unia.es/index.php?option=com_content&task=view&id=843

 Presentación: 



Dentro de su línea de programa en torno a las teorías y prácticas feministas, queer y trans, y en continuidad a las actividades Movimiento en las bases  y Cuerpo Impropio, UNIA arteypensamiento acoge este seminario/encuentro que busca reconsiderar el legado de los activismos del sida como un recurso posible para la articulación hoy de un nuevo frente micro-político. Dirigido por Equipo re, y con la participación de teóricos, artistas y activistas de contextos diversos, el seminario propone una mirada conjunta desde la crítica y la práctica postcolonial y queer a las coaliciones activistas del sida como un ejemplo temprano de resistencia neoliberal, y se detiene en dos de sus principales objetos críticos que van a marcar los modos de hacer micropolíticos del siglo XXI: la información como objeto de lucha y la precariedad como constitución política.
Metidos ya de lleno en la cuarta década de la llamada crisis del sida, podemos afirmar que esta ha desempeñado y desempeña un papel crucial en la redefinición de nuestra geografía moral y sentido de bioseguridad, el surgimiento de nuevas formas de subjetividad y sociabilidad política, y la aparición de nuevas configuraciones de integración y exclusión (Comaroff, 2011). A la aportación que desde finales de los 80 y principios de los 90 han venido haciendo las políticas queer al establecimiento de una lucha política en torno a la pandemia, denunciando el silencio y la inacción de las autoridades públicas, e interviniendo en la dimensión simbólica y discursiva de la “enfermedad”, ahora se suman nuevas aportaciones desde la crítica postcolonial que evidencian que la gestión del sida por parte del norte global no puede ser vista fuera de las lógicas económicas y comerciales que engendra, desvelando cómo estas se constituyen en relación con el aparato de la hegemonía neoliberal (Sastry; Dutta, 2011).
La representación de un "otro" homogéneo es clave en la racionalidad neoliberal. En el específico contexto del sida, África, India y otros estados-nación agrupados bajo el paraguas del subdesarrollo, son reconfigurados en una nueva "homogénea postcolonial" (Sastry; Dutta, 2011). Es en este terreno indiferenciado del “Tercer Mundo” que el espacio discursivo de la modernidad neoliberal opera a través de la vigilancia, la intervención y la sanción. La lógica del colonialismo se reinventa de nuevo, aunque en un nuevo marco hecho coherente bajo la narrativa del desarrollo, la globalización y la modernización, haciendo explícita la lógica neoimperial del neoliberalismo (Sastry; Dutta, 2011). Pero el discurso neoliberal del VIH / sida ofrece también múltiples fallas para su deconstrucción crítica y la emergencia de proyectos subalternos de transformación social, como aquellos que reclaman el acceso universal a medicamentos que salvan vidas y los derechos de los migrantes VIH-positivos o que cuestionan la ética de la experimentación médica en el sur global y la situación jurídica y moral de la propiedad intelectual y las patentes.
Como ha sugerido la teórica postcolonial Jean Comaroff, en una época en que muchos intelectuales occidentales lamentan el "prolongado eclipse" (Agamben, 1998) de la política, el activismo del norte global se esfuerza por identificar y enfrentarse a un oponente –la condición neoliberal–, ahora desterritorializado y rápidamente mutable, las coaliciones activistas del sida del sur (Brasil, India, Sudáfrica...) han sabido elaborar repertorios innovadores de insurgencia micro-política, infundiendo las tácticas agit-prop con un nuevo entendimiento de los usos de la ley, los medios de comunicación y la experimentación médica. También en diversos contextos de América Latina, en especial Chile, el histórico espacio de implantación política y económica neoliberal, la transición de los regímenes dictatoriales al capitalismo tardío supuso el caldo de cultivo para la emergencia de un nuevo frente micro-político ante la expansión de la epidemia (de la mano de disidentes culturales como Las Yeguas del Apocalipsis o de alianzas entre los movimientos homosexual y de Derechos Humanos, como Vivo Positivo o MUMS). Como defiende la escritora y ensayista chilena Lina Meruane, es importante “subrayar la propuesta elaborada desde la disidencia latinoamericana, una que lejos de someterse a las interpretaciones dominantes dibujará su propio mapa de la infección usando el virus como arma metafórica de cuestionamiento del sistema capitalista implantado en el continente” (Viajes virales, 2013).
En el Estado español, la irrupción del sida a principios de la década de los 80, también vendría a plantear "cuestiones políticas inéditas”, como la irrupción de nuevas subjetividades críticas, “cuerpos alienados, cuerpos inmunodeprimidos, cuerpos enfermos" (Llamas y Vila, 1997). Mientras el movimiento gay va a “mirar al otro lado”, temiendo una nueva estigmatización social del colectivo, cuando llegan las primeras noticias de un "cáncer rosa", la lucha contra el sida se vertebrará al margen del movimiento. Nuevas coaliciones entre cuerpos precarios –alienados, inmunodeprimidos, enfermos– comenzarán a tomar forma: disidentes gays y lesbianas se unirán a diversos tipos de movimientos asociativos, como los grupos de asistencia a usuarios de drogas, integrándose en redes no-centralizadas de "Comités ciudadanos anti-sida" (con focos en Catalunya, Euskadi, Valencia, Madrid). Ya en los primeros 90, grupos como La Radical Gai y LSD tendrán un papel fundamental en reivindicar la dimensión política de la pandemia a través de acciones de producción visual y performativa. Mientras el orden neoliberal vino a trastocar la propia noción de ciudadanía (Comaroff, 2011) y esta se declinará cada vez con más fuerza por las lógicas de la mercancía y el consumo, las coaliciones entre estos nuevos sujetos de la transformación abrirán vías para una renovada participación político-social.
Así, todas estas experiencias se proponen aquí como una fuente sustancial de conocimiento; un recurso de pedagogía radical capaz de repotenciar el trabajo de los movimientos hoy y erradicar la parcelación identitaria de las luchas micro-políticas. No se trata de volver la mirada atrás como si de un ejercicio de historicismo se tratara, sino de ver qué saberes podemos extraer de las formas críticas de resistencia colectiva, modos de hacer solidario y estrategias de alianza entre subjetividades críticas que han venido caracterizando el trabajo activista en torno al sida, insuflando nueva fuerza a las luchas que hoy se enfrentan a las diversas formas de neoliberalización de la vida. Si como afirma Lina Meruane, siguiendo a Richard Sennett (2006), el sujeto preferente del capitalismo tardío o neoliberal es un sujeto flexible, adaptable, dispuesto a desprenderse del pasado, de la experiencia adquirida, este seminario/encuentro busca producir subjetividades colectivas dispuestas a reactivar la memoria micro-política de las luchas pasadas para hacer frente a las complejidades del presente.
 

viernes, 8 de febrero de 2013

Políticas del cuerpo*. Formas de resistencia



Lectura de Poesía/Museo de la Memoria

Prácticas Curatoriales
Políticas del cuerpo*. Formas de resistencia

POLITICAS DEL CUERPO*. Formas de resistencia “en y desde el cuerpo”

Para seguir leyendo http://www.latinart.com/


(*) discursos, historia, memoria, represión, autoridad, biopolítica, institución, archivo, procesos de legitimación, contra-historias, “cultura popular”, colectividad, asociacionismo, cuerpo social, cuerpos desautorizados, ritualidad, prácticas punk, activismo cultural, acción, performatividad, teatralidad, espacio público, condición neoliberal, necro-políticas del cuerpo, salud, propagación, afectividad, políticas y activismo del SIDA, feminismos del SIDA, políticas trans, auto-gestión (de los cuerpos), educación, conocimiento inter-generacional, cuerpos transversales.

Durante los días 19 y 20 de abril del 2012 se realizó en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile –MAC- el seminario “Políticas del Cuerpo*”, un proyecto del Equipo re(1) , plataforma de investigación nacida el 2010 en Barcelona que busca la articulación del espacio del arte con la acción crítica.

El programa completo de actividades en Chile constó, además del seminario de dos días en el Museo de Arte Contemporáneo, de un encuentro-taller en la sede del Movimiento por la Diversidad Sexual MUMS(2) , un encuentro de poesía en el Museo de la Memoria organizado por el escritor Camilo Brodsky y el encuentro “Diálogo y Performance” en la Universidad de Concepción, organizado colaborativamente por los artistas Guillermo Moscoso y Leslie Fernández, con apoyo de la institución universitaria. Posteriormente, se desarrolló una presentación del proyecto en el Centro Cultural de España CCEBA de Buenos Aires organizado por La CRIA(3) .

El Seminario en el MAC contó con la intervención de destacados académicos, artistas, activistas y miembros de diferentes movimientos asociativos, tanto históricos como activos actualmente, y se articuló en torno a las siguientes cuatro mesas de presentaciones y debate: “Cuerpo heredado: contexto y discursos”, “Cuerpo base: cultura popular y resistencia”, “Cuerpo invisible: políticas del VIH/Sida”, y “Cuerpos transversales: debate naturaleza-cultura”.

Entre quienes participaron del seminario y las actividades paralelas cabe destacar al filosofo Federico Galende, la socióloga María Emilia Tijoux, el antropólogo social Rodrigo Ruíz, los artistas Miguel Benlloch, Mauricio Bravo, Guillermo Moscoso, Gregory Cohen, Jordi Lloret, Raúl Zurita, Tomás Harris, José Miguel Cuevas, Elvira Hernández, Camilo Brodsky, los activistas sociales María Consuelo Infante y Gonzalo Cid, y agrupaciones como MUMS, Caja Negra, entre otros.

Para adentrarnos un poco más de la experiencia y los resultados de este proyecto, proponemos una entrevista cruzada con cuatro de sus protagonistas; Equipo re, la plataforma de investigación que elaboró el proyecto y que recientemente ha sido seleccionada dentro del programa de residencias de investigación del Museo Reina Sofía; Miguel Benlloch, artista, performancero, activista cultural andaluz, miembro de la productora BNV y quien participó como invitado internacional desde su trabajo por más de 30 años en las luchas contrabiopolíticas; Leslie Fernández, artista, académica e investigadora de la Universidad de Concepción, que coordinó las actividades en dicha ciudad; y Rodrigo Ruíz, sociólogo, investigador y activista chileno, quien participó con un interesante análisis en torno al eje memoria/cuerpo.

Nancy Garín: ¿Cómo nace el proyecto Políticas del Cuerpo*?

Equipo re: el proyecto es fruto de casi dos años de trabajos de investigación, materializados en la puesta en marcha de un seminario y otra serie de actividades paralelas en las que hemos pretendido explorar y reivindicar parcelas de la producción visual, performativa y de trabajo colectivo que supusieron formas de resistencia “en y desde el cuerpo” a las políticas de represión de la Dictadura en Chile y los primeros años de Transición Democrática, así como sus continuidades y reactivaciones en el presente. Partiendo de un acercamiento al contexto político, social y artístico en el que se inscriben, así como del “cuerpo heredado” de discursos que lo conforman, la investigación que comenzamos y todo el programa público relacionado que elaboramos, se aproxima a las diversas aportaciones que desde la cultura popular, las políticas del Sida o las actuales proclamas trans, estudiantiles, ecologistas y de los pueblos originarios, se vienen realizando a la lucha contrabiopolítica.

El proyecto parte de una investigación anterior sobre prácticas culturales disidentes en el contexto de la dictadura franquista en España desarrollado por un grupo más amplio de personas que trabajamos en el marco del Programa de Estudios Independientes del MACBA (2008-2010)(4). Desde esa experiencia y parte de los resultados de dicho trabajo, quienes decidimos conformar Equipo re, nos propusimos des-territorializarlo y ampliarlo con la voluntad de generar lecturas más desmarcadas, desbordadas, y cruzadas sobre esas “otras formas de lo político” surgidas en oposición a los regímenes de control biopolítico en diversos contextos de los últimos cincuenta años.

Que esta acción la desarrolláramos en el marco del Chile actual no es casual. Chile ha sido el principal laboratorio de puesta en marcha del sistema neo-liberal y de la misma forma, aquellas formas y estrategias de resistencia y acción crítica y de protesta que se desarrollaron bajo la dictadura y la llamada Transición Democrática, siguen siendo vigentes y referentes hoy en las luchas contra las expresiones neoliberales de regulación biopolítica.

Durante los años de la Dictadura militar, Chile fue una sociedad donde el cuerpo individual y el colectivo, el llamado cuerpo social, es fundamental, no solo para el aparato opresor del Estado, sino para los espacios de resistencia y oposición al régimen. Las políticas represivas de la dictadura se dirigen a un control biopolítico claro de cualquier forma posible de oposición. Represión directa a cualquier posibilidad de resistencia o críticas del/os cuerpo/os, con las políticas de detención masiva, desaparición forzosa, la tortura como práctica sistemática y permanente, el exilio, y la expulsión total de los cuerpos del espacio público, por ejemplo con el mantenimiento del “toque de queda” o el “estado de sitio” por más de 10 años. Una represión interiorizada, permanente a vastos sectores sociales pero que a la vez se transformó en potencia de resistencia, en motor, en herramienta de lucha, de visibilización de esa luchas. Diferentes ejemplos demuestran esto, en diversas formas de protesta y formas de producción estética que durante estos años usaran el “cuerpo” como esa herramienta de visibilidad y discurso. Producciones fuera de las formas clásicas de representación artística y también de los espacios de militancia habituales. Prácticas de producción visual cercanas y relacionadas con la cultura popular, los movimientos sociales antidictatoriales, de liberación sexual, etc; y que hoy los seguimos encontrando.

Nosotras nunca hemos entendido este proyecto como un simple ejercicio historiográfico. No nos limitamos, ni queremos limitarnos a simplemente identificar ciertas prácticas culturales y colectivas de protesta y producción estética excluidas de los relatos hegemónicos sobre la producción artística “experimental” desde el final de la Dictadura. Lo que intentamos es que esto tenga incidencia en nuestro presente, en el ahora. Intentando mostrar su total vigencia dentro de las luchas contrabiopolíticas. Luchas que podemos ver y así lo potenciamos en la experiencia del seminario Políticas del Cuerpo* dentro del movimiento estudiantil, los feminismos, el activismo ecologista-alimentario, las luchas por la diversidad sexual, la lucha Mapuche y la más transversal de estas, la lucha contra la precarización del cuerpo trabajador.

En cuanto a la relación con el propio MAC, inscribimos el proyecto dentro de un proyecto mayor; “Arte Experimental en Chile, patrimonio de las décadas de los 70 y 80 en la colección MAC”, dentro de los proyectos por el Bicentenario. Pero siempre buscando reivindicar justamente todas esas prácticas y estrategias experimentales pero entendidas como “experiencia”, y que no son codificadas como “arte”. Experiencias que han sido nutrientes de la producción estética y visual durante estos 20 años. De este punto decidimos desbordar la propuesta a espacios fuera del marco institucional y al espacio propio del arte. Cosa que no solo conseguimos, sino que se transformó en parte sustancial del propio seminario.

Nancy Garín: ¿Cuáles fueron a grandes rasgos las principales fortalezas y alcances que habéis recogido del proyecto, de los debates y actividades realizadas?

Equipo re: Más allá de los contenidos y de las ideas que se han podido ir generando en las diferentes actividades del programa, el logro que más valoramos desde Equipo re es la situación de diálogo e intercambio con los diferentes agentes con los que hemos trabajado que ha caracterizado todo el proceso. Ya en el germen mismo de la puesta en marcha de Equipo re había una preocupación por adoptar “modos de hacer” más participativos que subvirtieran las habituales formas de relación entre investigadores y 'casos de estudio', buscando transformar la habitual concepción de la práctica de la investigación como una actividad meramente interpretativa en una otra en la que el establecimiento de sinergias y alianzas político-afectivas fueran el centro.

Nosotras entendemos la investigación como un proceso de aprendizaje mutuo, no sólo entre nosotras sino ante todo en las relaciones vivenciales, afectivas, cómplices, que vamos estableciendo con los diversos interlocutores de cada proyecto. En el caso concreto del trabajo desplegado en Chile, este no hubiera sido posible sin la aportación e implicación de los diversos participantes y colaboradores locales.

Miguel Benlloch: Bueno, para mi habría varios planos de fortaleza. Por un lado la enunciación de un cuerpo sujeto en el que interfiere una multiplicidad de incidencias políticas: cuerpo inmigrante, cuerpo oprimido, cuerpo enfermo, cuerpo degenerado, cuerpo torturado, cuerpo desaparecido, cuerpo indígena, cuerpo en relación con la naturaleza; concebido como relación de lo vivo con lo vivo y con lo inerte …, un cuerpo diseccionado para visibilizar, no su fragmentación sino su comunicabilidad, la descomposición de las vivencias de los cuerpos, de sus penalidades afectadas por un sistema de capitalismo neoliberal que visualiza lo vivo como mercancía y que actúa sobre ello para homogeneizar productos tal y como aparecen en las cajas de los supermarkets, aparentes, útiles, homogeneizados de tamaño, pensados no para la alimentación sino para el consumo, para la producción de un plus valor… violentando a todo lo que se interponga en este objetivo, utilizando todo tipo de tácticas desde la seducción a la violencia.

Abrir el proyecto desde el Chile de la dictadura ayuda a visibilizar la extrema violencia que el sistema utiliza para experimentar en un país “piloto” a las “creaciones” del capital. No obstante, Chile es el lugar donde se inicia la experimentación neoliberal que a lo largo de décadas posteriores se desarrolla con la creación de nuevas fantasmagorías que dan lugar al dominio del capitalismo neoliberal sobre el planeta. La experiencia neoliberal se desarrolla en medio de la tortura, la domesticación violenta de los cuerpos, su cosificación… con el objetivo de crear un cuerpo social que se presente como deseante de los atributos y cánones que el mercado desarrolla, a los que presenta como única alternativa.

Políticas del cuerpo, en re-sistencia, tiene este valor de querer utilizar los fragmentos no para crear un sinfín de reivindicaciones que se presenta como totales, sino para de esta forma enlazar los fragmentos y visibilizar la intercomunicación de los mismos, para crear resistencia. Si bien la posmodernidad ayuda a complejizar el sujeto, visibilizando, como señala Ferenc Fehér -el inventario de la modernidad-, podemos sugerir que esta complejización de los discursos totales con los que la modernidad se nos representa, nos emplaza a crear un nuevo lenguaje común que nos permita situarnos en una transmodernidad que posiblemente estemos comenzando a vivir. Este lenguaje común es lo que me interesa del proyecto, esta diversidad de incidencias en el sujeto sobre las que crear lenguaje para tod+s los afectad+s, un lenguaje del nosotros imbuido por el yo viviente.

Rodrigo Ruíz: Creo la investigación más fecunda debe ser necesariamente de carácter colectivo, dialogada, escuchante, porosa; especialmente de aquellas que intentan interrogar los modos válidos de construcción de conocimiento y de articulación de conocimiento y poder, como es el caso de la memoria, como es el caso o al menos la intensión que se vio en este proyecto. En ese sentido, el seminario Políticas del Cuerpo, que se desarrollo en los dos días intensos dentro del MAC de Santiago fue particularmente estimulante, informativo, reflexivo y permite pensar en iniciativas futuras.

Para seguir leyenda http://www.latinart.com/spanish/aiview.cfm?start=2&id=461